Blogia
lagarto

Historia mínimas

YO YA NO ERA YO

Una casa se adentraba en un río en calma.Un grupo de personas, compañeros y amigos, disfrutábamos de ambos: río y casa; nadábamos charlando a voces entre ambos, río y casa. Alguno de ellos me preguntó a mí, por mí.Pero yo ya no era yo. Buscaba dentro de mí al que había sido y al no encontrarlo dudaba en responder, por él.

Porque yo ya no era yo aunque los ojos de los demás me devoviera mi misma imagen de siempre. Me sentía como siendo el río que fluía al lado y bajo la casa. En calma y fluyendo: mi cuerpo su cauce fijo, erosionado por él y encaminándole.

Y es que yo ya no era yo, aunque el mundo....río casa, árboles...fuera el de siempre.

lagarto, lagarto

MI ASCENSOR (2)

Hoy he llamado a mi ascensor para descender desde mi piso hasta el portal. Él ha llegado y frenado como cada día, pero antes de que yo pudiera abrir la puerta y meterme dentro ha continuado hacia arriba.....hasta parar en el último piso, supongo. Me he quedado pasmado e inmóvil: ¿ cómo es que se va hasta el último piso sin mí?, ¿ me lo he de tomar como un reproche tras un rechazo por su parte?, ¿talvez sólo un rechazo, sin reproche alguno? ¿ se siente ofendido por alguno de mis comportamientos del que no soy consciente?.
Finalmente lo he vuelto a llamar; aunque he tenido que superar cierta desconfianza: al fin y al cabo no vas a bajar una cantidad considerable de pisos en un ascensor que te reprocha o te rechaza, ¡quién sabe como puede terminar uno!. En fin lo he superado y tras llamarle ha descendido mansamente primero hasta mi piso y después, conmigo dentro, hasta el portal.

He salido a la calle pero la inquietud no me abandonaba....y sigue sin abandonarme

Lagarto, lagarto

EL PESCADOR

Sentado ante el río
de lo ya sucedido;
la caña era el recuerdo,
el sedal,voluntad,
su cebo lo olvidado.

Miró y había pescado
un sueño.

¿Lo cocinó?,¿sólo lo admiró y lo devolvió?...

Cierra sus ojos
y espera otro sueño.

Río, caña, sedal y cebo.

Lagarto, lagarto.

TIMBRE

En una cafetería, entra una señora y pregunta:

- ¿ Ha estado por aquí fulanita ?
- No esta tarde no ha aparecido.
- Vale. Pues la voy a timbrar.

Yo al lado imaginé su cara: en su frente, sello y matasellos.

Salí de la cafetería intentando adivinar la dirección de destino del envío. Lagarto, lagarto...

MI ASCENSOR (1)

El ascensor de mi casa tiene personalidad propia. De vez en cuando esta idiosincracia se manifiesta de la siguiente manera: pulsas el quinto y te reenvía al último.

La primera vez que me lo hizo me dejó patidifuso. Ascendía hacia mi planta sólo y llegando a ella ya me disponía a salir cuando al clásico ruido de freno y parada del acensor se continúa con otro clack y me veo siguiendo hacia arriba; pensé que alguien lo había llamado simultáneamente a la parada. Cuando llegó al último piso esperaba que alguien entrara, permanecí inmóvil y cada vez más mosqueado mirando a la puerta que no se abría. Al final la abrí y mire el rellano del último piso: no había nadie. Me volví a meter en el ascensor y ahí me quedé frente al pulsador del mi piso, apuntándole con el dedo y dudando si oprimirlo o no, y bajar por la escalera, al fin y al cabo se me ocurría que si no paraba en el quinto igual bajaba hacia abajo a toda máquina y vete tú a saber en que acaba todo. Para acabar, suspirando interiormente apreté el quinto y bajé con mi mosqueo incorporado y acrecentándose a medida que me acercaba al quinto: ¿ parará papá ? parará pachín. Paró.

Me lo ha hecho más veces, de una manera completamente irregular e inconstante, y siempre cuando voy sólo en el ascensor ( ¿ será que soy su preferido entre todos los del bloque ? ). Yo se lo consiento e incluso le dirijo palabras cariñosas cuando me lleva al último piso. Al fin y al cabo si manifiesta su personalidad no es cuestión de aplastársela y si soy su preferido es que soy importante para él. Y así hasta ahora.

Lagarto, lagarto